Ecrins y la Sur de la Meije

Ecrins... Ese fue nuestro destino hace apenas dos meses...
El macizo dels Ecrins, ese gran desconocido para los que cuando vamos a los Alpes siempre lo pasamos de largo pensando en objetivos "más alpinos y ambiciosos"... Que ignorancia la nuestra de pensar que solo encontraremos esas actividades fantásticas en los Macizos del Montblanc y sus vecinos suizos e italianos...
El macizo de Les Ecrins es como cuatro veces el del Montblanc y sus cumbres tienen la misma o mayor dificultad que las de su vecino. Un amigo, Jordi, que reside actualmente en Grenoble y gran experto de la zona, me comentaba que los montañeros aún lo subestiman soñando en actividades con mayor difusión en otros macizos.
Les Ecrins son más auténticos, pues no existen teleféricos ni cremalleras que nos faciliten las aproximaciones donde nos podemos encontrar realmente casi solos.
El alto grado de protección de que dispone por ser un parque natural restringe muchas de las actividades humanas que podrían haberlo degradado.
En su interior se encuentran dos de las cumbres con mayor nombre, La Meije (3.982m) y la Barre des Ecrins (4.101m), ambas muy verticales y rodeadas de grandes glaciares.
En nuestro caso nos acercamos hasta el bonito pueblo de la Berarde, donde pasamos noche en su aparcamiento para acercarnos al día siguiente hasta el refugio de Promontorie (3092 m) desde donde intentaríamos nuestra ascensión a la S de la Meije. A las tres de la mañana nos levantamos con 4 cm de nieve fresca para hacer la Meige... Volvemos al saco y a las 8h almorzando decidimos ir al pic de Le Râteau (3809 m) y así observar si durante el día si el sol funde la nieve reciente de la Meije... La escalada a este modesto pico es muy bonita y recomendable, pues las vistas a la Meije son inmejorables, eso, sin menospreciar su pequeña grimpada y corredores por el glaciar, así como su aérea arista final.
Al día siguiente de nuevo el despertador suena a las tres y ahora si... parece que la noche es clara y hará buen tiempo. Después de un suculento desayuno, hacemos la pequeña travesía a la derecha del refugio para situarnos en los rapeles que nos dejaran en la base del glaciar para así enfilarnos en la cara sur. Al comenzar nos equivocamos y volvemos a comenzar por otra fisura más evidente. Ahora sí que acertamos... Tras innumerables largos llegamos a la mitad de la pared, donde unos pitones nos conducen a un callejón sin salida... Nos hemos vuelto a equivocar. Y es que en estas paredes tan grandes hay muchos embarques y es difícil encontrar el camino correcto. Volvemos atrás y ahora sí. Llegamos a la altura del nevero pero después de explorar minuciosamente todas las posibles fisuras, no damos con la ruta correcta. Flanqueamos y volvemos atrás. Ni rastro de alguna marca... Nos dan las 19h y vemos que el tiempo se nos acaba. O salimos por el nevero o escalamos hacía arriba jugandonos un vivac en algún rincón incomodo de la pared si saber si es la ruta correcta. Finalmente obtamos por rapelar... Llegan las diez de la noche y con ella la oscuridad... Un pequeño espolón nos deja el suficiente espacio para estirarnos acurrucados entre cuerdas y mochilas para esperar de nuevo la luz del amanecer... Con esta continuamos nuestro lento descenso hasta la base del glaciar donde ya con los rayos del sol vamos recuperando el calor perdido durante la fría noche...
Esta fue nuestra historia en la cara sur de la Meije, con mis colegas Antonio y Pepe. Volvimos sin la cumbre pero contentos por la actividad y por todas las experiencias aprendidas en el macizo de Les Ecrins. Seguro que volveremos...

 

Comentaris

Entrades populars